¿Por qué es tan importante el Flúor para nuestros dientes?
El flúor es importante para nuestros dientes. Resulta un aliado imprescindible en la prevención de la caries dental. Pero, pese a tratarse de un tema conocido y recurrente, ¿sabes exactamente por qué es tan importante? Te lo explicamos.
Qué es el flúor y cómo lo encontramos
El flúor es un mineral abundante en la naturaleza. Lo encontramos en el agua, en la atmósfera y en la vegetación. Pero también es un elemento presente en alimentos y otras bebidas.
Tienen flúor:
- Aguas fluoradas: contienen aproximadamente entre 0.7 – 1.2 mg.
- Vegetales verdes: como las espinacas o las lechugas.
- Patatas.
- Pescados: salmón, sardinas o bacalao (entre 0.01 a 0.17mg/100 gr.)
- Mariscos.
- Carnes: como el pollo.
- Frutas y hortalizas: como las naranjas o cebollas.
- Lácteos: leche materna y leche fluorada.
- Postres: gelatinas.
- Infusiones: como el té (de 1 a 6 mg/litro).
Está considerado como un componente importante del organismo, tanto humano como animal. Y se asocia a tejidos calcificados, como es el caso de los dientes o los huesos, gracias a su afinidad con el calcio.
Es por esto, y no por mera casualidad, que aparezca por lo tanto como aporte en pastas dentífricas, colutorios y otros productos bucales.
Aplicado al ámbito de la salud bucodental y la prevención, la acción del flúor hace que se inhiba o progrese la caries dental. Pero además, también estimula la formación ósea.
¿De qué forma actúa el flúor en nuestros dientes?
Hace su efecto de tres maneras:
- El flúor se incorpora a la superficie de nuestros dientes y endurece el esmalte.
- Es antibacteriano: protege rfente a los ácidos que producen las bacterias que causan la caries dental.
- Permite remineralizar la capa de esmalte.
Cómo y cuándo tomar flúor
Los/as odontólogos/as recomendamos el uso de productos que tienen flúor (en forma de fluoruro) para la prevención de la caries dental. Estos productos pueden ser pastas dentífricas, geles, enjuagues, colutorios, etc.
Tenemos que aclarar que el flúor se incorpora al esmalte dental de manera diferente dependiendo del momento de desarrollo en el que se encuentre este.
Cuando el diente está en proceso de formación, sin erupcionar aún, la incorporación del flúor ingerido se hace a través de la sangre que llega a la pulpa. El flúor interfiere en cómo se forma la célula que crea el esmalte. Y es por esto que, en caso de exceso de ingesta, se pueden producir alteraciones en el metabolismo de la formación del esmalte y se puede generar el efecto inverso, un esmalte que resulte defectuoso.
La aplicación tópica de fluoruros puede comenzar hacia los dos años de edad, cuando ya hayan brotado la mayoría de los dientes de leche. Es en la etapa infantil cuando el efecto beneficioso del flúor más se aprovecha, ya que se está formando la dentadura en ese momento.
En esta etapa infantil la ingesta se puede dar mediante el agua, consumiendo aguas formuladas ya con este compuesto, y también con pastas dentífricas específicas.
En la edad adulta, cuando el diente ya está completamente formado, el flúor se incorpora a la superficie dental desde el medio bucal, por medio de la aplicación tópica a través de los productos o la aplicación de un compuesto de flúor en la misma consulta dental.
Evita la aparición de caries, pero además ayuda a minimizar la sensibilidad dental que pueden presentar personas que sufran una enfermedad periodontal.